El pasado sábado estuve viendo
con mi hija Rosita de 11 años (no confundir con Dorita) Oz, un mundo de fantasía, y me sorprendió gratamente. La verdad es
que yo fui a verla con cierta resignación y, como tantas veces, con la clara
función de acompañante forzoso. ¡Otra más de la factoría Disney! Pero, ya os digo, me dejó buen sabor de boca. Se
podría decir que es "la precuela" del clásico El mago de Oz, y si alguna vez os
habéis preguntado de dónde le viene la maldad a la bruja del norte, aquí
encontraréis la respuesta; aunque no se desvela el por qué del color
verde de su rostro. También posee otros valores: tiene un guión aceptable, los
actores y actrices protagonistas hacen un trabajo decente, buenos golpes de humor y las ambientaciones, incluída Ciudad Esmeralda, con los sofisticados artificios informáticos, resultan realmente espectaculares. Pero,
por encima de todo, es bastante entretenida. Así pues, si os veis
obligados a ir con vuestros peques (o vais por propia voluntad, da igual) a ver
una peli al cine, ésta merece la pena. ¡Tranquilos!, que el hombre de hojalata sin corazón, el espantapájaros descerebrado y el león cobarde, no aparecen en la película ya que aún no habían nacido. Al final, no sé a quién de los dos gustó más, a
Dorita, perdón, a Rosita o a mí.
No pongas excusas, Ángel: quien realmente quería ver la peli eras tú, no Rosita. Te acabas de delatar como uno de esos padres que regalan Scalextric a sus hijos cuando estos no han jugado con un cochecito jamás, ja, ja.
ResponderEliminarJ.Á.